Desde la rama, la lechuza mira.
Lo mira a Adán dormir, con su anhelo hecho sueño.
La mira a Lucía esperar en la ventana, mientras vuelan los minutos y las plumas.
La mira a Ema, la reina sin muñecas del imperio del tercer patio,con sus papelitos de glasé en cajitas de lata.
Desde la rama, la lechuza mira.
Y se deja mirar.